jueves, 20 de marzo de 2008

Rosquillas, de las de toda la vida

Receta "de pueblo", muchas gracias a Pilar por dármela... las probamos el otro día y salen riquísimas, y muy fáciles de hacer.

- 1 huevo
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- 4 cucharadas soperas de leche
- 2 cucharadas soperas de aceite
- 1 sobre de gaseosa "el Tigre"
- Harina, la que admita

Batimos el huevo con el azúcar, incorporamos la leche y el aceite, y mezclamos bien.
A la mezcla resultante le incorporamos un poco de harina mezclada con la gaseosa, amasando con una cuchara de palo. A partir de aquí, sólo hay que ir incorporando harina poco a poco y removiendo hasta que la masa resultante sea manejable con las manos, y no se pegue excesivamente... Exactamente lo que significa esa frase que me hace tanta gracia, respecto a la harina de una receta... "la que admita".

Calentamos aceite en una sartén, formamos roscas con porciones pequeñas de la masa (primero un churro y luego lo cerramos), y vamos echando al aceite caliente, dejando que se doren bien, dándoles la vuelta para que se hagan por ambos lados. Si el aceite se calienta excesivamente, se nos dorarán muy pronto y por dentro quedarán crudas, tenedlo en cuenta sobre todo para las últimas.

Las vamos sacando a una fuente con papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite, y nada más sacarlas rociamos generosamente con azúcar.

¡Salud y buen provecho!

2 comentarios:

Jorge dijo...

Mi abuela recuerdo que también le echaba unos anises, y si no tenía, pues un poquito de anís del mono para darle un toque, la gaseosa no recuerdo la marca, pero eran unos sobres de color amarillo con una especie de monedas en el logo.

¡Qué recuerdos las tardes amasando con la cuchara de palo echando harina y luego amasando y dando golpes a la masa!

Anónimo dijo...
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