lunes, 14 de diciembre de 2009

Risotto de setas al gusto

Y es "al gusto" porque dependerá del tipo de setas que le pongamos cada uno. Como siempre, primero, los ingredientes:

- 1 cazo de arroz por persona.
- Caldo de ave (de pollo, y si se quiere, con gallina, hecho con verduras - zanahoria, puerro, cebolla - y un taco de jamón). Ante emergencias, puede usarse de brik o unas pastillas de Avecrem o similar, pero no es lo mismo. Necesitaremos más de los clásicos 2 cazos por cazo de arroz, ya que se usa más fuego fuerte que en el arroz tradicional, y al mantener caliente el caldo a la par que se hace el arroz, también evapora parte.
- Setas frescas, de tu variedad favorita, entre 80 y 100 gr. por persona (si no se va a tener tiempo de pocharlas bien, algo menos, 50-60 gr.). Yo he probado con chantarelas un día, con senderuelas otro, y con níscalos. Pero valen shitakis, setas de cardo, trompetas y por supuesto boletus. También valen setas deshidratadas, pero de nuevo, no es lo mismo.
- Un par de dientes de ajo, para perfumar el aceite (opcional).
- 1 cebolla mediana por persona, media por persona si es grande. Mejor de la morada dulce, o en su lugar cebolla dulce de Fuentes, y sino la que tengáis. Pero la morada da un punto interesante al guiso.
- Un par de cucharadas de tomate natural triturado, para dar color al sofrito.
- Unas hebras de azafrán (opcional, es para dar algo de color al caldo).
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1 cucharada sopera de mantequilla.
- Queso parmesano (opcional) o mascarpone (más opcional aún).

En esto de los risottos, hay mucho purista que reniega de lo que no sea elaborado con variedades de arroz arborio o carnaroli... Lamentablemente, en España encontramos estos arroces en establecimientos gourmet, a precios altos. El arroz bomba español, o un buen senia, da unos risottos estupendos, sin pagar sobreprecios que quizá no compensen en el resultado final del plato. Eso sí, si se quiere dar un un capricho, son productos magníficos.

En mi humilde opinión, creo que la clave está en la técnica, que consiste básicamente en remover, remover y remover el arroz según va absorbiendo caldo. Los consejos básicos que puedo dar, a modo de resumen y según mi experiencia, son:

  • Usar un buen caldo, intenso, con sabor.
  • Usar buenos ingredientes, y no escatimar. Mejor un sofrito muy pochado, bien reducido.
  • Paciencia, tanto en el sofrito como con el arroz. Yo tengo la cebolla primero, y las setas después, un mínimo de una hora al fuego, y casi siempre dos.
  • Usar la técnica clásica del risotto, añadir el caldo poco a poco, "estresando" al arroz, incorporando más caldo sólo cuando se haya absorbido el anterior.
  • Remover constantemente, se supone que así el arroz suelta almidón que da cremosidad al conjunto.
  • El tiempo: yo empiezo a contar 20 minutos desde el momento en que echo el arroz, es en ese momento, aunque aún no haya caldo, cuando el arroz empieza a absorber sabores y a cocinarse, con el poco líquido que aporte el sofrito. Si se empieza a contar desde que se incorpora el caldo, se puede pasar el arroz.
  • El fuego: los primeros 10 minutos desde que se incorpora el caldo, a fuego fuerte. Lo que quede hasta los 20, a fuego medio-bajo. El caldo se evapora mucho más que en una tradicional paella, por eso hace falta más medidas de caldo que las tradicionales 2 x 1 de arroz.
La receta, teniendo en cuenta todo lo expuesto, es sencilla. Se elabora un caldo, y se mantiene la cantidad suficiente al fuego, para que siempre esté caliente. Para darle color, pueden tostarse unas hebras de azafrán e incorporarlas al caldo.

En una sartén, se pone un chorro de aceite sin que llegue a cubrir el fondo, si se quiere se echan dos dientes de ajo levemente machacados, que retiraremos después, o se pica el ajo muy fino y se dora en el aceite. Se pica fina la cebolla, y se incorpora a la sartén, removemos a fuego fuerte, ponemos sal y dejamos pochar a fuego bajo-medio todo el tiempo del que dispongamos, sin problemas incluso si toma un punto tostado. Veremos que reduce su volumen considerablemente, por eso no hay que tener miedo a poner buena cantidad.

Limpiamos las setas, según los puristas con un pincel y nunca con agua, yo las lavo en el grifo e inmediatamente las pico algo menos finamente que la cebolla, y las incorporo a la sartén. Subo el fuego, remuevo unos minutos, añado un poco más de sal, y bajo el fuego para dejar pochar el conjunto otro buen rato. Normalmente empiezo a las 10 u 11 de la mañana, si vamos a comer a las dos o dos y media puedo tener el sofrito pochando casi dos horas en total.

Cuando veamos que aquello ha reducido suficiente, incorporamos dos cucharadas de tomate natural triturado, y dejamos que se fría el tomate, otros 10 minutos o más. Ya "sólo" queda incorporar el arroz, tras lo cual subimos el fuego, removemos bien con el sofrito durante 2 minutos, e incorporamos un par de cazos de caldo, removiendo bien mientras éste se va absorbiendo. A medida que el caldo desaparezca, incorporaremos cazo a cazo un poco más, a fuego alto durante 10 minutos, a fuego medio-bajo los minutos restantes, que en teoría serán 8 (2 + 10 + 8 = los 20 minutos de rigor), aunque lo mejor es probar a partir del minuto 16. Lo ideal es apartarlo del fuego cuando aún está un poco tieso, para que termine de hacerse reposando.

Al apartarlo del fuego, incorporar una cucharada sopera de mantequilla, y remover bien.

Yo lo suelo dejar así - la cremosidad se consigue por el almidón que ha soltado el arroz y con la mantequilla - porque al añadir queso se enmascara el sabor de las setas, pero si se quiere, se puede añadir el parmesano cuando falten un par de minutos para finalizar, removiendo bien. Como opción más suave, se puede añadir unas cucharadas de mascarpone al gusto, tapa menos el sabor y da más cremosidad.

Si se han reservado unas setas para adornar, marcarlas a la plancha con sal gorda y ponedlas encima del arroz en el emplatado. Y si se preparan unas tejas de parmesano (con unos montoncitos de parmesano sobre un silpat o sobre papel de hornear, al horno) se ponen a modo de peineta y damos altura al plato.

¡Salud y buen provecho!

viernes, 3 de julio de 2009

Tostas de anchoa con tomate 2009

Con esta receta participo en el II concurso de RECETASonline y TESCOMA de Cocina Creativa en Casa: http://www.tescoma.com/concurso.html

Más info: http://www.recetasonline.net/ii-concurso-de-recetas-recetasonline-y-tescoma-empieza-hoy/


Necesitaremos:
- Tostadas de buena calidad, según el gusto (a mi me gustan finas y de pan compacto).
- Anchoas de Santoña o de L'Escala, según preferencias.
- Aire de tomate.
- Falso caviar rojo.
- Velo de tomate

El velo, el aire y el falso caviar los prepararemos con "agua de tomate", que obtendremos como explico a continuación:

Para el agua de tomate:
- Tomates maduros
- Sal
- Un rallador
- Un colador
- Un cuenco

Ponemos el colador encima del cuenco, y rallamos en él varios tomates. Dejamos reposar varias horas de forma que se vaya filtrando el agua del tomate al cuenco. Rectificamos el líquido de sal, dejándolo tirando a salado.
Usaremos bastante, así que hay que "malgastar" bastantes tomates. Puede diluirse en agua para abaratar el coste, pero con la consiguiente pérdida de sabor.

Para el velo de tomate:
- Agua de tomate
- Agar agar o hojas de gelatina
- Un tupper ancho y bajo

Se prepara el líquido con el agar agar o la gelatina siguiendo las instrucciones del fabricante.
Se vierte sobre el tupper vigilando que sólo se cubra el fondo con una capa muy fina.
Se pone a enfriar en la nevera.

Para la espuma de tomate:
- Agua de tomate
- Lecitina de soja
- Un cuenco
- Una batidora de brazo
- Papel film, si queréis evitar salpicaduras

Se disuelve la lecitina de soja en el agua de tomate, en proporción de 1,2 gr. por cada 100 de líquido. Se bate la superficie con la turmix, metiendo aire a la mezcla, y se va recogiendo la espuma que se forma para montar el plato.

Para el falso caviar rojo:
- Agua de tomate
- Agar agar
- Aceite de girasol
- Una jeringuilla grande

Habremos puesto con antelación el aceite de girasol en un cuenco, tapado con film para que no coja olores, a enfriar en la nevera.
Ponemos a calentar en un bol el agua de tomate, cuando hierva añadimos el agar agar en la proporción que nos indique el fabricante, y dejamos templar.
Llenamos una jeringuilla con la mezcla, y dejamos caer gotas en el aceite de girasol frío.
Cuando las perlas van al fondo, podemos recogerlas con un colador y ya tenemos el falso caviar.
Realizar esta operación justo antes de servir, porque el proceso de gelificación continúa.


Montaje del plato:

Para cada comensal, se preparan tres tostadas, regadas con unas gotas de aceite de arbequina (si tenemos aceitera-spray, perfecta).
Sobre cada tostada ponemos dos anchoas.
Se recorta el agua de tomate gelatinizada del tamaño de la tostada, y se usa como velo sobre las anchoas.
Cubrimos cada tostada con aire de tomate.
Rematamos con un poco de falso caviar rojo.

Adornamos el plato con el aire y el caviar sobrante, si lo hubiese.

¡Salud y buen provecho!

domingo, 14 de junio de 2009

Suquet de rape a mi manera

Un plato riquísimo pero que entra mejor en un día frío de invierno, aunque no nos ha supuesto problema zampárnoslo con los casi 35 grados que tenemos en Madrid estos días...

- 1 kilo de rape (salieron cuatro rodajas hermosas, de las que sacamos ocho medallones).
- 500-700 cc. de fumet
- 2-3 dientes de ajo
- dos rebanadas de pan
- un puñado de almendras tostadas
- 3 tomates
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1 patata
- harina para enharinar el rape
- aceite para freir
- sal para... salar

Ponemos aceite en una cazuela, sofreímos los dientes de ajo, y cuando empiecen a ponerse dorados los apartamos a un mortero.

Freímos en el mismo aceite las rebanadas de pan, por ambos lados, y las echamos al mortero.

Enharinamos los medallones de rape, y freímos ligeramente en el aceite (terminarán de hacerse con el suquet).

Rallamos los tomates, y los reservamos.

Quitamos el exceso de aceite, si hubiera demasiado, y ponemos en la cazuela el pimentón, damos unas vueltas evitando que se queme e incorporamos el tomate rallado.

Dejamos sofreir hasta que el tomate haya reducido bastante, e incorporamos el fumet. Dejamos hervir mientras preparamos el majado que añadiremos al caldo.

En el mortero tenemos los dientes de ajo y el pan. Añadimos un puñado de almendras, una pizca de sal, y majamos con el mortero hasta que todo quede integrado y hecho migas.

Para eliminar las pepitas del tomate y dejar un caldo más fino, colaremos el contenido de la cazuela a un bol, y volveremos a echar en la cazuela, hasta que vuelva a hervir. En ese momento incorporamos el majado y removemos bien.

Es el momento de verificar el punto de sal, y añadir la que sea necesaria.

En este momento pelaremos la patata y la cortamos en rodajas más o menos gruesas, que incorporaremos al caldo. Dejaremos hervir el conjunto 20 minutos-media hora, pinchando de vez en cuando la patata.

Al final, rectificaremos de nuevo la sal, e incorporaremos el rape que habíamos reservado, dejando hervir el conjunto a fuego suave durante cinco minutos.

Servir con pan porque la salsa está de chuparse los dedos!

martes, 5 de mayo de 2009

Se reabre el mercado de San Miguel

Leo en varias fuentes que el mercado de San Miguel, próximo a la Plaza Mayor y cerrado durante los últimos años durante los que ha estado inmerso en una profunda remodelación, abre de nuevo sus puertas el próximo 13 de mayo.

Sin duda una buena noticia para todos aquellos que aún hacemos la compra en el mercado, en lugar de hacerlo en grandes superficies, y que valoramos que el carnicero o el pescatero nos conozcan personalmente, nos recomienden determinadas piezas, y nos dediquen unos minutos de charla con cada compra.

Parece ser que la orientación que se quiere dar al mercado es la de disponer de productos de calidad, incluso tipo "gourmet", más que en una estrategia de precios, combinando además los puestos con zonas de ocio y restauración.

Se marcan como referentes la Boquería de Barcelona y el Colón de Valencia... ojalá consiga convertirse en algo similar a estos dos pero en Madrid.

La idea me parece buena, esperemos que la iniciativa cuaje y que podamos disfrutar de este nuevo viejo mercado y de todos los servicios que ofrecerá.