martes, 26 de febrero de 2008

Hoy va de montaditos...

Hoy me han pedido ayuda para "diseñar" un menú informal de cara a una reunión de amigos, evitando en la medida de lo posible el uso de la sartén o el horno... es decir, algo sencillo y que no de mucho trabajo a última hora, y se pueda tener preparado con antelación. Así a bote pronto, la mejor opción nos ha parecido un menú variado a base de pinchos fríos, con mucha variedad, alguna ensalada de acompañamiento, y algo más contundente que sea fácil de racionar y compartir.

Pensando un poco, se nos han ido ocurriendo cosillas, unas más clásicas, otras más originales, y me ha parecido buena idea ir recopilándolas aquí.

Así que vamos allá...

Bolitas de queso almendradas
Lo primero que me ha venido a la cabeza, por lo resultonas, son esas bolitas de queso rebozadas con almendra picada, o con otra variedad de fruto seco (pistachos, cacahuetes...) pasado por la turmix. En principio, parece sencillo: una tarrina de Philadelphia, un par de horas al congelador para que sea manejable, y con un sacabolas de los que se usan con la fruta se van formando bolitas de queso que echaremos a un plato o un bol con el fruto seco picado, removiendo para que se pegue y compactando si hace falta. Una vez rebozado se le puede dar forma con las manos, como hacemos con las croquetas, si no nos hubiesen quedado muy redondas.

Chupitos de...
Muy resultonas, las cremas presentadas en vasos de chupito. Desde un gazpacho o un salmorejo, a una crema de verduras con virutas de parmesano... Lo que se me ha ocurrido es una crema de quesos variados (fundimos queso al gusto, le ponemos nata, salpimentamos y vertemos en los vasos). Rematamos con un langostino cocido en cada vaso.

Pincho caprese
Sencilla versión de la ensalada del mismo nombre. Lavamos bien unos tomates, los secamos, y los partimos en cuartos, y cada cuarto por la mitad. Pueden utilizarse tomatitos cherry, en su lugar. Compramos unas bolitas de mozzarella fresca, de las pequeñas, que vienen en tarrinas con su líquido. Con un palillo, ensartamos una bolita de mozzarella, una hoja de albahaca, y un trozo de tomate. Cuando tengamos todos los pinchos en una fuente, o en un plato, espolvorearemos con sal (y si se quiere, pimienta) y regaremos con un chorrito de aceite.

Rollitos de salchicha con queso
Sencillo, unas salchichas de cocktail rodeadas por una tira de tranchete y atravesadas con palillos. Unos minutos antes de sacar los platos, los pasamos por el microondas lo justo para templar el conjunto y que el queso se reblandezca.

Banderillas...
Todo un clásico, que no falten... Compramos unos botes de anchoas (si se cuenta con presupuesto ilimitado, de las buenas, de l'escala o de Santoña... y sino, unas normalitas), unas aceitunas sin hueso, y algún encurtido (pepinillo, cebolleta...). Se ensarta todo en un palillo, y listo. La versión económica la haríamos con las aceitunas rellenas de anchoa, en lugar de con anchoas.

Tostas de anchoa
Si no hemos querido malgastar unas buenas anchoas haciendo las banderillas, estarán de vicio con una rodaja de tomate pelado sobre una tosta de pan, de estas redonditas y planas.

Rollitos de espárrago y salmón
Otra combinación sencilla... Abrimos un bote de espárragos de calidad, cortamos a tamaño de bocado, rodeamos con una loncha de salmón cortada al tamaño adecuado, y sujetamos atravesando con un palillo.

Espárragos con huevo duro y pepinillo picados, alcaparras y paté de oliva negra
Bueno, el nombre lo dice todo... Cocemos unos huevos, se pican con un tenedor, picamos con cuidado unos pepinillos, compramos unas alcaparras (opcionales) y un paté de aceituna, y montamos el plato con los espárragos, untados ligeramente con con el paté, espolvoreando con el picadillo por encima. Regamos con un poco de aceite de oliva virgen extra (no hace falta salar, que el pepinillo y el paté de oliva ya le dan sabor) y a comer.

Montaditos de "cangrejo"
Bueno, de surimi, el sucedaneo ese que llamamos "palitos de cangrejo"... Picamos los palitos, los mezclamos con huevo duro picado, y ligamos con mayonesa. Montamos en unas tostaditas, y listo.

Huevos rellenos
Un poco más elaborados, pero no mucho... se cuecen unos huevos, se pelan, se cortan por la mitad, se sacan las yemas cocidas y se desmigan, las mezclamos con una/s lata/s de atún (cantidad según número de yemas...), y un poco de mayonesa, y rellenamos los huecos dejados por la yema en las mitades de huevo. Se pinchan con un palillo, se ponen en una fuente y se napan con tomate frito. Podemos reservar una yema cocida para desmenuzar y espolvorear encima del tomate.

Como plato "fuerte", ¿una ensalada de pasta?
Cocemos pasta al gusto (espirales, macarrones, lacitos...), dejamos enfriar y mezclamos con unas latas de atún, maíz, tomate pelado y cortado en dados, y lo que se nos ocurra. Se aliña y ya está lista para zampar.

O algo fácil de compartir en raciones...
Si no queremos cocinar, compramos tortillas de patatas de las precocinadas, las cortamos por la mitad, rellenamos con salmón, lechuga rallada y mayonesa, y tapamos. Untamos la parte superior con más mayonesa, y cortamos en raciones. Podemos hacer varias con varios rellenos, desde el clásico de jamón y queso, hasta unos pimientos del piquillo cortados a tiras, con anchoas y lo que se nos ocurra... A ver quién se da cuenta de que la tortilla es comprada...

Otra alternativa es la clásica empanada. En muchos comercios se venden empanadas más que dignas, es cuestión de informarse y comprar suficientes para el número de invitados previsto, cortar en porciones y servir. Os recomiendo las que preparan en Gómez, en la Avenida de los Toreros en Madrid, de atún.

Pastel de atún al microondas
Esta requiere de más trabajo, pero es muy sencilla (batir los ingredientes, al micro, y enfriar) y se puede preparar con un par de días de antelación...

Se bate en batidora 3 huevos, 3 latas de atún, 3 cucharadas grandes de tomate frito, y una rebanada de pan bimbo sin corteza untada en leche y escurrida. Se pone la mezcla en una fuente para microondas, y lo tenemos 12-14 minutos a máxima potencia. Tiene que quedar cuajado pero jugoso. Se puede untar de mayonesa, o de una mezcla de mayonesa con ketchup, y cortarlo en raciones. Le va bien la lechuga rallada por encima.

De postre... unos pinchos de fruta

Como alternativa a la macedonia, pelamos y troceamos fruta variada (pera, manzana, piña, kiwi, plátano...), y ensartamos en palillos de pincho moruno alternando las frutas peladas con trozos de fresas o fresones. Ponemos en una fuente, y regamos con una mezcla de zumo de limón (con azúcar, si se quiere un extra de dulzor) para evitar que se oxide. Estos pinchos no deben prepararse con demasiada antelación, que la fruta pelada sufre...


Y por hoy, creo que suficiente... pero si se me ocurren más cosas las iré poniendo por aquí.
¡Salud y buen provecho!

lunes, 18 de febrero de 2008

Confit de pato al horno con patatas asadas y cebollitas caramelizadas

El pasado viernes hicimos cena en casa, y paseando por el centro comercial pensando en qué preparar, nos encontramos con unos confit de pato de los que vienen envasados al vacío con su grasa, y nos decidimos por probarlos.

- 1 confit de pato por persona
- 3-4 patatitas pequeñas por persona
- 3-4 cebollas francesas por persona

La elección de las patatas pequeñas y las cebollas francesas es exclusivamente por el tamaño, son más fáciles de preparar y acompañan mejor al plato. Pero por supuesto podéis variar la guarnición al gusto.

Lavamos las patatas y las secamos bien, sin pelar, si acaso quitando con una puntilla las partes "feas". Abrimos los confit, y separamos la grasa que los acompaña en un bol.

Untamos cada patata con la grasa del confit (reservad bastante para los propios confit... no la gastéis toda), salamos y envolvemos individualmente en papel albal; metemos los paquetitos de albal al horno (precalentado previamente...) a 170-180º durante 40 minutos (como depende del horno y del tamaño de las patatas, a la media hora sacar un paquetito a ver cómo anda... no sea que se os quemen mucho).

Para las cebollitas: las escaldamos un minuto en agua hirviendo, enfriamos, quitamos una o dos capas y cortamos la base (vamos, que las dejamos limpitas). Preparamos un almíbar con parte de la grasa del pato y dos cucharadas de miel. Si veis que hace falta porque no os queda mucha grasa (recordad que untaremos también los confit) añadid mantequilla. Cuando el almíbar esté preparado, rehogad las cebolletas en el mismo para que se bañen bien, sacadlas a un papel albal grandecito, verted el almíbar restante en el albal y cerrad haciendo otro paquete, y al horno con él, junto a las patatas. En media hora deberían estar confitadas, de nuevo probad transcurrido ese plazo por si necesitan más tiempo.

Mientras, con la grasa que nos haya quedado, untamos bien los confit por toda su superficie, y salpimentamos al gusto. Los confit se nos harán en 15 minutos a 195º, y tenemos la opción de cubrir la superficie de azúcar para que se caramelicen; yo no lo hice, y quedaron espectaculares, pero habrá que probar en otra ocasión. Así que preparamos una fuente para horno con los confit, sacamos del horno las patatas y las cebollitas y las incorporamos a la fuente (se puede incorporar el jugo que habrán soltado las cebollas, aunque yo por no darle el toque dulzón lo resrvé en un bol para que cada cual lo usase en la mesa al gusto), volviendo a cubrir con grasa si a estas alturas nos quedase algo, y al horno según lo dicho, un cuarto de hora. Cada cinco minutos sacaremos la fuente, para voltear las patatas y las cebollas que veamos que se estén quemando, regar con una cuchara con la grasa de pato que se habrá incrementado bastante por la que suelta el confit, y vuelta al horno.

Si la piel no hubiese quedado tostada del todo, aún podemos meter sólo los confit un par de minutos cerca de la parte superior del horno, para que queden crujientes. El que tenga soplete de cocina, puede meterle un viaje a los confit.

Servir en cada plato un confit, tres o cuatro patatas y tres o cuatro cebollas, regar con una cucharada del aceite que quede en la fuente, y a disfrutar.

¡Salud y buen provecho!

lunes, 11 de febrero de 2008

Pues me han dado un premio...

... y tengo que agradecérselo a Majouy de Comida y Postre, que se ha acordado de este humilde blog. ¡Gracias!



Es el "premio Desafío", y es uno más de esos "premios" en cadena, donde cada premiado debe premiar a otros n blogs.

El premio, o más bien mención honorífica, se acepta al contestar a un cuestionario, y otorgar a su vez el premio a otros cinco blogs. Y publicar la imagen de arriba, también.

De los blogs a los que quiero entregar este premio, me consta que varios ya lo han recibido, pero como no conozco muy bien las bases, supongo que no habrá mayor problema. Mis premiados son éstos:

Bueno, creo que ya está... enhorabuena a los premiados...

¡Salud y buen provecho!

lunes, 4 de febrero de 2008

Fideos "Thai" a mi manera

En casa nos encantan esos fideos chinos de arroz, que acompañan bien a casi cualquier cosa. En esta ocasión, os presento la receta con pollo, pero mi cuñada los prepara riquísimos con gambas.

- Un "bloque" de fideos de arroz (se venden en paquetes donde vienen varios bloques; con cada bloque comen bien dos personas, aunque si se usan de guarnición rinde para tres).
- Verduras al gusto; que no falte la cebolla, y en esta ocasión yo le puse puerro en juliana, calabacín cortado en bastoncillos y pimiento verde en tiras.
- Un par de pechugas de pollo.
- Salsa de soja.

Hace varios años ya que la fiebre por la comida oriental-japonesa-tailandesa-corano-vietnamita explotó en nuestro país, manteniéndose vigente hasta hoy. Esto se ha traducido en multitud de restaurantes de fusión asiática, unos con mayor acierto que otros en su cocina, contando alguno ya con cierta tradición en la capital. Por si a alguien le interesa, mi favorito es el Tao de Jorge Juan, con diferencia sobre el resto.

En México se vive una fiebre similar pero con una variante interesante: existe un amplio mercado de "comida rápida" oriental, con puestos de llegar-elegir-comer-pagar e irse, y a precios muy asequibles (irrisorios si los comparamos con los caros restaurantes orientales de Madrid). Destacar una cadena en particular, que además cuenta con presencia en Madrid, Sushi-Itto. Sushi variado y original, con queso philadelphia, aguacate, y nombres que merece la pena leer (Cibeles roll, el rollo de Alcalá o Madrid maki), y unos estupendos Yakisoba, por si alguien se decide a probarlos.

La receta que nos ocupa hoy toma la base oriental de los fideos y la salsa de soja, y puede acompañarse de casi cualquier combinación de verduras salteadas. Le irían como anillo al dedo unos brotes de soja mínimamente salteados, y puede incluirse pimiento rojo, algo de picante... Al gusto.

El proceso es sencillo: freir en abundante aceite y por turnos los vegetales y la pechuga. El punto de cada cosa debería saltar a la vista: la cebolla no llega a dorarse, el calabacín pierde su dureza, el puerro se arquea y las tiras más finas se tuestan, y el pimiento verde lo suficiente para que pierda la dureza. La pechuga cortada en dados, hasta que esté dorada y hecha por dentro. Por cierto, el que tenga wok, que lo use, sirve precisamente para este tipo de preparaciones.

Los fideos se cuecen en abundante agua según las instrucciones del paquete, cuidando de que el bloque en el que se presentan se deshaga bien y queden sueltos. Una vez escurridos, se incorporan a una sartén grande o a una cazuela a fuego vivo con una cucharada del aceite donde hemos frito los ingredientes, o con una nuez de mantequilla en su defecto, se saltean brevemente para que pierdan el exceso de agua y se riegan con un chorro de salsa de soja, sin excederse. Se incorporan las verduras y el pollo troceado, y se remueve bien el conjunto. En este momento probaremos los fideos para ver el punto de sal; si os habéis fijado, no hemos salado nada durante la elaboración de la receta, debido a que la salsa de soja es la que aporta el sabor. Si notamos los fideos sosos, añadiremos un poco más de salsa de soja removiendo bien.

Servir caliente, y si se quiere terminar de ambientar la comida, con luz baja, música oriental y palillos.

¡Salud y buen provecho!