viernes, 17 de agosto de 2012

Pan de leche Ideal

De la evaporada, vamos. No es que sea ideal. Que lo es.

  • 300 g. de leche evaporada (usé Ideal de Nestlé).
  • 1 tarrina de nata agria (marca Rottaler, comprada en la zona Internacional de El Corte Inglés. Viene en envase como de yogur, pero nada que ver...).
  • 500 g. de harina panificable (en mi caso, 300 g. de Ecomonegros blanca, 100 g. de Ecomonegros integral - del trigo Aragón 03, estupenda, con bastante fuerza -, y como se me acabó la blanca puse 100 más italiana de tipo '00'. Pero la que tengáis os vale).
  • Una pizca de sal.
  • Miel, abundante. Queremos un pan dulce. Como dos cucharadas soperas, o mejor tres. Yo eché a ojo, del bote.
  • Un chorro de aceite vigen extra, arbequina a ser posible. Lo más suave que tengáis. Podéis prescindir de él, cambiarlo por mantequilla, o usar otro aceite. 
  • Levadura seca de panadero, como 4 gramos, para levantar la grasa de la nata agria y el aceite. 
Lo he hecho en la panificadora, por lo que queda como un pan de molde, con sabor a los panecillos de leche de siempre. 

Sobre la harina, para los que no conozcáis Ecomonegros, podéis visitar su web y leer sobre el grano Aragón 03 y su recuperación. Muy interesante. En Zaragoza venden sus harinas y su pan.

Pero vamos con la receta; en la pani, como es habitual, primero los líquidos, luego los sólidos. La levadura en el centro, la miel en una esquina, la sal en otra, el aceite en otra. Programa normal de 3 horas, y listo.

En esta receta es importante vigilar la proporción líquidos-harina, pues al no usar agua y trabajar con pesos en lugar de con volumen, y sumando que cada harina absorbe el líquido de forma diferente, podemos pasarnos de humedad. En mi caso, como debajo de las paletas vi que quedaba masa sin recoger, tuve que añadir algo más de harina (poco, como una cucharada, 20-25 g.).

Muy rico, algo endeble la rebanada para preparar sandwiches, pero bueno para tostar.